¿Cómo se usan los códigos QR?

Han pasado dos años desde que el primer museo español hizo uso de los códigos bidimensionales. En este tiempo, los QR han pasado de ser unos desconocidos a convertirse en una realidad asentada y presente en nuestro día a día, siendo muchos más los centros culturales que hacen uso de ellos en sus exposiciones permanentes, acompañando a las muestras temporales o utilizándolo en sus carteles y trípticos.
¿Pero cómo se están usando estos códigos?
A nivel general, entre los principales usos que se les está dando a los smartphones se encuentra la descarga de códigos, con un 21% de la población que hace uso de ellos.
El sector que más descarga códigos son los de edades comprendidas entre los 25 y los 34 años, y la proporción de hombres que escanéan códigos casi duplica al de las mujeres.
Por sistemas operativos, los usuarios de Android superan por una décimas a los de iOS, copando entre los dos sistemas casi la totalidad de escaneos.
Los códigos suelen encontrarse fundamentalmente en el packaging de productos o en páginas web.
El contenido principal de los códigos suele ser información sobre productos, seguido de la descarga de cupones y ofertas y de información sobre eventos.
Sin embargo, si se le pregunta al usuario qué contenido le resultaría más interesante descargar, una mayoría opta por elementos de carácter multimedia frente a la mera información.
España se encuentra entre los países donde más códigos se leen con un gran crecimiento desde el año 2011.
En relación a los museos españoles, sólo un 1,3% hace o ha hecho uso de códigos bidimensionales. Fundamentalmente se usan para aportar información sobre piezas, aunque también se suelen encontrar en las páginas web o compartidos en redes sociales.
Es habitual que los códigos QR usados en el ámbito patrimonial dirijan a páginas webs no optimizadas para móviles. Si se tiene en cuenta que el 75% de los usuarios prefieren webs adaptadas cuando navegan con terminales móviles y el 45% se sienten frustrados ante páginas no amigables para estos dispositivos, los centros culturales deberían tenerlo en cuenta antes de redirigir con códigos a sitios no adecuados para ser vistos por teléfonos o tabletas.
En general, se observa que en el ámbito cultural las posibilidades de uso de estos códigos están infrautilizadas. Ejemplos de usos originales de los QR son escasos, no se utilizan SPQR para mejorar la accesibilidad y pocos centros están teniendo en cuenta su utilidad para la gestión de áreas de reserva.
Estos códigos se están entendiendo más como un fin en si mismo que como un medio. Incomprensiblemente, algunos centros están empezando a descartar su uso basándose únicamente en que no son ya una novedad y en que se utilizan en muchos sitios; sin embargo, ahora es cuando realmente el visitante conoce lo que son los QR y tiene terminales y aplicaciones para poder decodificarlos. En estos momentos es cuando realmente se les puede sacar partido, pero para ello es necesario entender que lo importante no es el código, es su utilización y su contenido. Para que el visitante se interese por ellos han de aportar un elemento de valor que compense el “esfuerzo” de leerlos o, incluso, de utilizar su propia conexión a internet, y ello implica trabajar en repensar su uso.
Los códigos QR son una tecnología de paso que en breve desaparecerá para ceder terreno a otras opciones, pero que los centros culturales experimenten con ella y con las posibilidades que pueden aportar a su público los prepara para asumir nuevos retos y para conocer aquello que más práctico puede resultar para cada espacio concreto.
Referencias & Pingbacks
- Comunicación y acciones 2.0 en el ámbito lúdico-cultural | El blog de Belén León
- Codis QR – Tecnologia, Museus i Coneixment.
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- Códigos QR, lo que pudo ser y no fue | benjalink
- Vídeo online y los códigos QR | Hollybyte | Blog
La bandera de México no va ahí
¿La bandera de Portugal es verde, blanco y rojo con un águila en el centro?
¿La bandera de México es verde y rojo con un escudo tirando a la izquierda?
Las respuestas son «no» a ambas preguntas. La solución es cambiarlas de lugar.
Gracias y excepto este detalle, su informacióne s muy valiosa.
Reblogueó esto en Redes Sociales y Farmaciay comentado:
En una reunión esta mañana me contaban cómo los códigos QR de un producto masculino se escaneaban mucho más que los de la mujer… ¿pensamos en desarrollar ideas con código WR para hombres y en blogs para mujeres? ¿Qué os parece la idea? ¿Qué podéis aportar de vuestra experiencia en la farmacia ?
Reblogueó esto en Okicardy comentado:
Okicard
cordial saludo desde caracas – Venezuela
tengo interés en contactarlo, para solicitarles un asesoramiento
k il interne nos cirve para cosas muy importante no solo para cosas malas