Continuando con la movilidad
El futuro de los museos pasa actualmente por la movilidad, que se convierte en el eje principal de las tendencias tecnológicas en alza. El número de usuarios que utilizan smartphones no para de crecer (España es el país con el segundo mayor índice de penetración de móviles inteligentes) y ello abre todo un campo de posibilidades a los centros culturales para informar, comunicarse e interactuar con su público.
Las aplicaciones son una de las grandes bazas con las que hoy se cuenta debido al gran crecimiento que han experimentado y a su popularidad. Desde las primeras apps móviles de museos el número ha seguido aumentando, y actualmente 25 museos y centros culturales y expositivos españoles cuentan con aplicaciones propias. A nivel global, los museos con aplicaciones móviles representan el 1,6% del total de centros españoles (tomando como dato el último censo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Es España el promedio de apps instaladas por usuario es de 19. En general, las aplicaciones gratuitas son las mayoritarias, pero casi el 38% de los usuarios de smartphones también descargan de pago. Android es el sistema operativo más extendido, con un 52% de terminales, seguido por iOS con un 34%.
A pesar de la mayor extensión de Android, los museos españoles optan preferentemente por crear apps para los dispositivos de Apple, tal es el caso del Centro de Arte La Panera, por ejemplo. Así, el 88% de las aplicaciones existentes tienen versión para este sistema operativo, frente a un 60% de apps creadas para Android. Los museos con aplicaciones sólo para Android , como el Museo Episcopal de Vic o el Museo Luis de Morales de Badajoz, son una minoría (12% del total). Otros centros optan por crear versiones para ambos sistemas, como es el caso de la radio del Museo Reina Sofia, y su aplicación para Android e iOS, o el Museo de la Ciencia y de la Técnica de Cataluña también con versión para móviles Android y para iPhone.
Existen además aplicaciones exclusivas para tabletas, como la creada por el Museo Nacional de Arte de Cataluña con el catálogo de la exposición «El Museo Explora», disponible para tabletas Android y para iPad; la realizada por el Museo de Bellas Artes de Bilbao para la exposición temporal sobre Antonio López; o la más reciente de las aplicaciones creadas: las Obras Escogidas del Museo Thyssen.
Además de las aplicaciones propias, otros centros optan por lanzar su información móvil dentro de Layar. Tal es el caso del Atlas Escultórico creado por el Museo de San Telmo o la capa de realidad aumentada del Museo de Mataró con motivo de la exposición Mar de fons.
La mayor parte de las aplicaciones propias de museos hacen referencia a la colección permanente del museo (76%) frente a las apps dedicadas a exposiciones temporales (24%).
Cuadro resumen:
Los ejemplos expuestos muestran como estos centros trabajan para integrar la movilidad como un elemento más, pero, aunque significativos, resultan escasos en extensión en relación al computo general de museos existentes en España. La creación de aplicaciones propias no siempre en un recurso sencillo de financiar para todos los museos, pero la movilidad tiene muchas vertientes y las posibilidades de experimentar con ellas utilizando aplicaciones genéricas ya creadas, redes móviles o recursos gratuitos están ya ahí y son válidas para todos los centros. El museo móvil es el futuro de nuestros centros, por lo que es conveniente que los teléfonos inteligentes se empiecen a integrar como un elemento más de apoyo a la museografía tradicional y a evaluar sus usos y posibilidades. Más que como un enemigo al que controlar dentro de los museos (sobre todo en aquellos centros donde aún sigue existiendo la limitación de fotografiar), el móvil se debe entender como la llave que permita al usuario adaptar y personalizar su experiencia al visitar un espacio cultural.