Arqueología e iPad
El futuro también llega a la arqueología, o eso es lo que nos ha querido enseñar Apple a través de una iniciativa en la que el iPad ha sido usado en el yacimiento de Pompeya como sistema de apoyo para el registro de datos.
Apple defiende las posibilidades del uso del iPad en excavaciones frente a los ordenadores portátiles por su poco peso y mayor autonomía, lo que permite que puedan ser usados a pie de excavación y durante toda la jornada de trabajo. Presenta además otras ventajas como carecer de piezas móviles o puertos abiertos, y su mayor resistencia a la suciedad y a las altas temperaturas. Todo ello hace de la tableta una herramienta que puede resultar de utilidad a la hora de excavar un yacimiento.
El director de la excavación, el Dr. Steven Ellis de la Universidad de Cincinnati, alaba las posibilidades que este medio puede ofrecer a la arqueología al optimizar la recogida de información y sistematizarla a través de un sistema ya digitalizado, lo que facilita su uso y distribución. En su experiencia la curva de aprendizaje para adaptarse a este nuevo medio fue lenta al principio, pero a pesar de ello este equipo ha considerado que la toma de datos a través de la tableta de Apple ha sido óptima. Resaltan sobre todo la inmediatez con la que se distribuye la información entre los miembros del grupo de trabajo, estén o no presentes en la excavación.
Los arqueólogos de Pompeya hacen uso de aplicaciones como Omniglaffe, para hacer matrices de Harris; FMTouch para crear formularios; Pages para el diario de excavación; e iDraw para generar bocetos y dibujos. Estas app permiten agilizar notablemente el sistema de trabajo al no tener que pasar a formato digital los datos, dibujos y matrices tomados en papel, facilitando las modificaciones y el intercambio.
Los arqueólogos pueden tener además en su iPad toda la información del yacimiento así como las fotografías que del lugar se vayan haciendo, lo que hace posible que se puedan crear informes in situ con todos los datos e imágenes obtenidas y no tener que esperar al trabajo post-excavación para generar documentos completos.
Pero el iPad no sirve sólo como medios de apoyo a los arqueólogos, y algunos yacimientos pueden ya visitarse utilizando la tableta como guía, como en el caso del yacimiento de la Roca dels Bous, en Cataluña, primero en España en incluir esta posibilidad.
¿Supone así el iPad una nueva revolución para el trabajo en arqueología y la visita a yacimientos? Habrá que esperar a ver los resultados prácticos cuando nuevos grupos de trabajo utilicen esta tableta en sus actividades.