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Entradas de la Categoría ‘TIC’

Tendencias 2011

Finalizado 2010 es el momento de reflexionar sobre lo que ha supuesto este año para los museos españoles en materia de nuevos medios sociales y de comunicación con su público, como base para plantear aquello en lo que resultará interesante trabajar a lo largo de 2011.

Sin duda, el 2010 ha significado el comienzo de un interés masivo por las nuevas tecnologías sociales por parte de los centros culturales. Lo que hasta ahora venían siendo iniciativas aisladas de unos pocos museos ha empezado a extenderse hasta cada vez ser más los centros que están presentes en medios sociales y usan las posibilidades que les aportan las nuevas tecnologías para contactar con su público y favorecer su participación.

En 2011 se prevé un aumento de esta tendencia. Va a ser un año aún más social y más ubicuo, teniendo los museos que trabajar en nuevas vías que favorezcan la atención de los intereses y demandas de sus usuarios. En este nuevo año que comienza hay que plantearse cuáles son los puntos de interés en los que conviene que los museos trabajen para avanzar al mismo ritmo que la sociedad de la información . He aquí algunas posibilidades:

Trabajo en red: los museos no sólo han de estar presentes en medios sociales, sino también han de trabajar en ellos y prestar un verdadero servicio a través de estas herramientas. Ello implica:

  • Atención al usuario: creación de canales on line específicos para atender al público del museo.
  • Canalización del feedback: transmisión y uso de la información generada y recogida a través de medios sociales.
  • Generar contenido: hasta ahora viene siendo habitual que los centros culturales limiten su trabajo en red a la difusión de noticias, propias o generadas por terceros, pero esto irá resultando poco a poco insuficiente y será necesario que el museo genere productos específicos para su comunidad on line.
  • Virtualizar el museo físico: transmitir conferencias y actos del museo en streaming; grabar actividades y mostrarlas a través de canales de video; generar archivos en formato de texto o de audio con la información del museo; crear y compartir presentaciones, artículos, fotografías, etc…

Movilidad: 2011 será un año en el que los smartphones experimentarán un gran crecimiento y se normalizará el acceso a Internet a través del teléfono móvil. Esto supone que los museos han de adaptar su web y sus contenidos a este nuevo modelo de usuario, facilitando la accesibilidad a través de este medio.

Geolocalización: unido al uso de smartphones, la geolocalización se ha convertido en un elemento de valor, sobre todo desde la popularización de redes sociales basadas en la ubicación geográfica como Foursquare, Facebook Places o Gowalla. La geolocalización tiene un gran potencial y muchísimas posibilidades para los museos, además implica la presencia física en el lugar de un sujeto que notificará su posición y la difundirá entre sus contactos. Potenciar la geolocalización por parte de los museos, facilitar su uso en sus instalaciones mediante wifis abiertas y formar parte de estas redes específicas, supone un camino a recorrer.

Apps: las aplicaciones son un elemento muy demandado por parte de los usuarios de dispositivos móviles como smartphones o tablets, debiendo los museos aprovechar las posibilidades que este nuevo entorno aporta. La creación de apps específicas sobre el museo o sus exposiciones se convierte en un buen medio de formar e informar a nuestro público de forma dinámica e interactiva.

En el ámbito anglosajón cada vez son más los museos que crean aplicaciones para iOS, aunque no ocurre igual con otros sistemas operativos y son más escasas las apps de museos para Android, Symbiam o BlackBerry. Aún ningún museo español ha lanzado una aplicación en este campo.

Códigos QR: estos códigos de barras bidimensionales están ganando en extensión a medida que se popularizan los dispositivos móviles capaces de leerlos. Sus numerosas posibilidades en el campo de la museología, como la creación de un nuevo nivel interactivo de lectura de la exposición o la gestión del área de reserva, hace que sea recomendable su uso y la experimentación de opciones.

Realidad aumentada: la combinación de elementos virtuales en un entorno real, y su visión a través de medios tecnológicos como ordenadores o móviles, abre un campo de enormes posibilidades para los museos. Poder ver objetos en 3D del museo desde el ordenador de casa, tener capas de información extra en nuestro móvil mientras visitamos una exposición, contemplar in situ reconstrucciones virtuales, etc., son sólo algunas de las múltiples posibilidades de un entorno muy interesante pero aún poco explotado por los museos.

Juegos sociales: on line, multijugador, sociales, virales, adictivos y sencillos, son algunas de las características de una serie de juegos que se han hecho muy populares en las redes sociales.  La creación por parte de los museos de juegos didácticos que usen los medios sociales como vía de difusión facilitaría la divulgación de contenidos y la fidelización de los usuarios.

Microsites temáticos: las exposiciones temporales ya no sólo han de idearse físicamente sino que además han de tener su reflejo en el entorno virtual con la creación en la web del museo de microsites que actúen como punto de información, difusión y conocimiento. Los museos españoles empiezan a crear espacios virtuales para exposiciones temporales, pero aún no de manera extensiva.

Uso de nuevas redes sociales: los museos españoles están centrando su acción en medios sociales principalmente en el uso de las redes más populares, Facebook en la mayoría de las ocasiones. Testadas ya las posibilidades con este medio es el momento de ampliar horizontes y utilizar aquellas redes que cada museo considere más adecuadas para cumplir con su Plan de Comunicación Web. Más allá de las redes sociales globales existen otro tipo de redes que, aunque son más minoritarias, pueden crear interesante nichos sociales útiles para los museos y cuyas posibilidades conviene explorar.

Social Media ROI:el trabajo en social media supone por un lado la dedicación de tiempo, esfuerzo y recursos, y por otro la obtención de una serie de beneficios medibles para el museo (visitas web, amigos, link, referer, comentarios, suscripciones, aumento de las visitas presenciales, etc). El Retorno de la Inversion o  Return of Investment (ROI) es el resultado de ello, siendo preciso que los museos trabajen en medición y evaluación de sus estrategias on line para rentabilizar los esfuerzos dedicados y encontrar las fórmulas más adecuadas para optimizar su labor y obtener mayor retorno.

Digital Curator: los medios on line, el aumento de colecciones digitales y la creación de exposiciones virtuales hacen que surja un nuevo modelo de comisariado basado en el elemento digital. Ya no sólo es preciso ser un experto en la materia de la exposición, sino que es además necesario conocer los nuevos medios y sus posibilidades para poder enriquecer la creación de los cada vez más numerosos itinerarios on line y muestras virtuales.

Community Manager: una implicación efectiva de los museos en redes sociales precisa del trabajo de un Community Manager o Responsable de Comunidad encargado de la gestión, dinamización y atención de los medios sociales en los que esté presente el centro. El año 2010 ha supuesto la extensión de esta figura en el ámbito empresarial y aunque en las instituciones culturales aún no es habitual su presencia, un trabajo efectivo en redes precisa de una persona cualificada que dedique tiempo a la gestión y planificación de trabajo y estrategias.

Un año por delante, un camino que empieza a afianzarse, muchas posibilidades para trabajar con las opciones que la tecnología ofrece a los museos para que establezcan nuevas relaciones con su público y todo un campo abierto a la experimentación y a la búsqueda de nuevas utilidades.

¡Nos vemos en 12 meses para comprobar los avances!

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Usando Google Trends

Google Trent es una interesante herramienta del laboratorio google que sirve para conocer con qué frecuencia es buscada una palabra, en qué lugar y en qué idioma.

Por ejemplo, si probamos con la palabra «museo», vemos como Andalucía es la comunidad que más información busca sobre este tema y Sevilla la ciudad que más búsquedas realiza.

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También podemos hacer comparativas del volumen de búsquedas entre diferentes museos, o distintas tipologías de museos

 

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Pero además de poder conocer los intereses de los usuarios de la red, Google Trends resulta de verdadera utilidad para mejorar el posicionamiento de la web de un museo o buscar nuevas estrategias de marketing. ¿De qué forma es buscado más nuestro museo?, ¿en qué época?, ¿en qué idiomas?, ¿se interesa por él sólo el entorno cercano o atrae público de otros lugares?…

Sin embrago, Google Trends nos presenta también una realidad sobre la que reflexionar: la mayoría de los museos más pequeños o menos importantes ni siquiera presentan un volumen de búsqueda significativo para que aparezcan sus estadísticas. Se evidencia así que, de momento, la mayor parte de los museos españoles no entran dentro de los intereses predilectos de los usuarios de la red.

El Museo Marítimo de Barcelona en la vanguardia tecnológica

Mañana, día 5 de junio, está previsto que entren en funcionamiento los nuevos dispositivos PDA del Museo Marítimo de Barcelona, que estarán a disposición de los visitantes del museo de manera gratuita.

Los beneficios de la implantación de este sistema son numerosos, ya que permiten que el público pueda enriquecer y personalizar su visita con todo tipo de información complementaria (texto, imágenes o audiovisuales). Además, el visitante tendrá acceso a Internet y, entre una gran variedad de opciones, podrá incluso enviar a su correo electrónico aquella información de su interés.

Para el museo también presenta importantes ventajas, ya que podrá obtener información acerca de los recorridos de los visitantes o sobre los recursos que despiertan mayor interés, pudiendo evaluar su exposición y descubrir los puntos fuertes y débiles de su museografía.

Sin embargo, el uso de estos dispositivos presenta una gran desventaja y es lo costoso de su mantenimiento, lo que dificultaría que el sistema pueda ser exportado de manera generalizada a otros museos. Si a muchos museos de mediano tamaño ya les cuesta mantener el sistema normal de audioguías, son imaginables las dificultades para poder sostener un proyecto así; en el caso de pequeños museos locales sería directamente inviable.

¿Pero deben los museos de menores posibilidades renunciar a ofrecer a su público este tipo de ventajas?

La respuesta sin duda es no, ya que existen opciones intermedias mucho más asequibles que pueden aportar una interactividad y personalización de la visita similar. Entre ellas que los visitantes usen sus propios dispositivos (PDA, móvil, MP3 o ipod…). El museo sólo debería encargarse así de crear el material que posteriormente el usuario descargaría, bien en casa por Internet o bien en el mismo museo. Conjugar esto con el uso de software libre y las ventajas que aporta la Web 2.0 son otras formas de abaratar costes.

Pero esta opción también tiene un punto negativo, ya que el que los visitantes usen sus propios dispositivos aumenta la brecha digital entre aquellos usuarios con acceso a los mismos y aquellos otros que no pueden acceder o no saben hacerlo; lo que se podría contrarrestar con que el museo tuviera algunos dispositivos para préstamo.

En cualquier caso, opciones hay más allá de hacer una gran inversión. Sólo es cuestión de trabajar en ellas y tratar de evaluar la que más puede convenir a cada museo particular.

Mientras tanto, visitar el Museo Marítimo de Barcelona y disfrutar de las posibilidades que nos ofrece el nuevo sistema, será siempre una buena idea.

Museos y tecnología: ¿Un camino ya recorrido?

Hoy por hoy no queda ninguna duda acerca de cómo las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) han cambiado nuestro mundo, han modificado la percepción global del entorno y nos han acercado a nuevas posibilidades, muchas de ellas aún por descubrir. Todos los aspectos de nuestra sociedad actual están marcados por la importancia de los nuevos medios, que abarcan prácticamente todos los ámbitos de nuestra formación, trabajo u ocio.

La influencia de las TIC también es evidente en el ámbito de la Cultura en general, hasta tal punto que parece no quedar centro o institución alguna que no haya incluido entre sus opciones aquellas que las nuevas tecnologías aportan. Igualmente, el campo de la museología no se ha quedado al margen de las posibilidades que las TIC ofrecen y pronto ha encontrado en las nuevas tecnologías elementos eficaces para la gestión de su trabajo, la difusión de sus actividades o la exposición de sus fondos.

Sin embargo, tras un primer estadio de evolución, aceptación e implantación de estos elementos tecnológicos en la cotidianeidad de los museos, se ha llegado a un periodo de estancamiento en el que mayoritariamente se tiende a la reutilización y a la copia. Las novedades que se usan varían en su forma, pero mantienen una conceptualización y aplicación similar, siendo escasa la innovación e investigación de nuevas fórmulas.

Pero las nuevas tecnologías no se han estancado y continúan evolucionando con variadas aplicaciones que pronto han sido implantadas y aceptadas, con mayor o menor rapidez en todos los ámbitos. El terreno de los museos es uno de los sectores donde más lentamente están penetrando las nuevas posibilidades, que se empiezan a entrever en la escena anglosajona, pero que en nuestro país no pasan de ser emergentes y tímidas tentativas que aún no se han difundido de manera mayoritaria a pesar de sus múltiples ventajas. Actualmente los museos españoles siguen adoleciendo de una cierta dificultad para asimilar y utilizar no sólo nuevos elementos tecnológicos, sino también nuevas funciones que sólo consiguen penetrar de manera lenta y, generalmente, tardía.

El fenómeno, tan de moda actualmente, de la Web 2.0 que tan rápidamente se ha extendido y aplicado en diversos sectores, sigue siendo aún un gran desconocido en el ámbito de la museología hispana; y si son escasos los profesionales que conocen el tema, muchos menos son aquellos que lo aplican de manera práctica como estrategia para dinamizar su institución. Por suerte, existen ya en nuestro país algunas iniciativas de gran calidad que están abanderando la que está llamada a ser una nueva revolución en los museos: la inclusión e implicación efectiva y real del visitante en primera persona.

 

 

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